Esta es una pregunta que a menudo nos realizan nuestros clientes más curiosos. En primer lugar hay que tener en cuenta que en la actualidad se hablan cientos de lenguas (aunque hay muchas que están a punto de desaparecer) pero los idiomas que más se utilizan, según el número de personas que lo hablan diariamente, no supera el medio centenar.
¿Cuáles son los idiomas más difíciles de traducir?

Sin tener en cuenta la multitud de lenguas indígenas que existen (y que obviamente son las más difíciles de traducir debido a que en ocasiones ni siquiera las reglas gramaticales están escritas en ningún libro), estos son los idiomas más difíciles de traducir según la última encuesta realizada a más de cien traductores profesionales y certificados:
El islandés: únicamente hablan este idioma poco más 300,000 personas en el mundo y principalmente se habla en Islandia aunque también se puede escuchar en Dinamarca y en Noruega. El alfabeto de esta lengua de origen germano consta de 32 letras y se caracteriza por la duración de sus vocales, diptongos y sílabas.
El hindi: éste es el idioma que se habla primordialmente en India y por eso es uno de los más hablados en el mundo (de hecho es la cuarta lengua más hablada); más de 180 millones de personas utilizan esta lengua todos los días. El hindi proviene de la familia indoeuropea y tiene una gran cantidad de dialectos siendo el Sarhindi el más común ya que es el que se enseña oficialmente en las escuelas de la India.
El coreano: aprender coreano no es nada fácil, por lo general un estudiante tarda 2 años hasta que puede desenvolverse con comodidad utilizando este idioma. Para un traductor este idioma resulta especialmente complicado porque utiliza muchos caracteres del mandarín. Este idioma se habla en Corea del Norte y Corea del Sur y lo usan diariamente 80 millones de personas.
Aunque estos tres idiomas son los que más problemas dan a los traductores, tampoco hay que olvidarse del inglés. El inglés es el idioma que más se traduce en el mundo y es especialmente complicado cuando se tienen en cuenta los aspectos culturales que lo pueden modificar; por ejemplo, entre el inglés británico, americano y australiano existen diferencias significativas. Visita nuestro blog.