Es bien sabido que no hablamos como escribimos ni escribimos como hablamos; de la misma manera tampoco utilizamos las mismas expresiones y vocabulario cuando estamos en una junta de negocios que cuando estamos reunidos con un grupo de familiares o amigos.

¿Traducción formal o informal?
En la actualidad, las traducciones formales e informales de correos electrónicos, chats o aplicaciones móviles son muy demandadas y mantienen a los traductores bastante ocupados. Sin embargo hay que prestar atención al vocabulario que se utiliza ya que no es lo mismo utilizar expresiones cotidianas en un correo electrónico que usar un lenguaje académico.
En primer lugar hay que considerar al receptor del mensaje. Si se trata de un texto formal, es un grave error utilizar expresiones no académicas ya que se puede confundir al receptor del mensaje y las consecuencias pueden ser dramáticas. Visita nuestro blog.
Por ejemplo, en un correo electrónico formal, no se puede utilizar un encabezado del tipo “Hi Jhon”, sino que se debe usar un vocabulario más formal como “Dear Mr. Smith”. Es muy raro que un traductor profesional cometa este tipo de errores, pero una persona que nunca tuvo una enseñanza reglada de un idioma puede llegar a cometer este tipo de errores.
Una recomendación que se suele hacer antes de solicitar cualquier traducción es pedir al traductor una muestra de su trabajo para cerciorarse del tipo de vocabulario y expresiones que el traductor utiliza. Se aconseja pedir tanto una traducción formal (como por ejemplo un currículo) como una traducción informal (como pudiera ser un email).
De esta manera se puede tener la certeza de que el traductor es capaz de manejar un vocabulario tan diferente con total independencia y sobre todo sin mezclarlo.
Hay que recordar que el simple hecho de utilizar una palabra equivocada en un contexto determinado puede acarrear graves consecuencias y como castizamente se dice “es mejor prevenir que curar”.