Traducciones con calidad conforme con ISO 17100
De la norma EN 15038 a la norma de calidad ISO 17100
A partir de la norma EN 15038, reconocida en 29 países europeos, se ha desarrollado la norma de calidad ISO 17100. Define los estándares fundamentales para las traducciones en todo el mundo. Normalmente, las normas se revisan para comprobar su eficacia y validez al cabo de cinco años. En el caso de la norma EN 15038, que entró en vigor en 2006, esta revisión se llevó a cabo en 2011. En ese momento, la Organización Británica de Normalización – BSI – hizo la propuesta de desarrollar una norma ISO de validez mundial basada en la europea.
La norma de calidad ISO 17100 establece las condiciones marco
Por un lado, las normas definen las características de determinados productos, como las normas DIN A para los formatos de papel. Por otro lado, establecen estándares para la aplicación o los procedimientos de los procesos. La ISO 17100 es una de esas normas de procesos que especifica los pasos individuales de un proceso de traducción. Sin embargo, esta no tiene por qué aplicarse a todos los trabajos. Esta norma deja suficiente margen para las especificaciones que el cliente y el proveedor de servicios acuerden individualmente entre sí.
De la norma EN 15038 a la norma de calidad ISO 17100
A partir de la norma EN 15038, reconocida en 29 países europeos, se ha desarrollado la norma de calidad ISO 17100. Define los estándares fundamentales para las traducciones en todo el mundo. Normalmente, las normas se revisan para comprobar su eficacia y validez al cabo de cinco años. En el caso de la norma EN 15038, que entró en vigor en 2006, esta revisión se llevó a cabo en 2011. En ese momento, la Organización Británica de Normalización – BSI – hizo la propuesta de desarrollar una norma ISO de validez mundial basada en la europea.
La norma de calidad ISO 17100 establece las condiciones marco
Por un lado, las normas definen las características de determinados productos, como las normas DIN A para los formatos de papel. Por otro lado, establecen estándares para la aplicación o los procedimientos de los procesos. La ISO 17100 es una de esas normas de procesos que especifica los pasos individuales de un proceso de traducción. Sin embargo, esta no tiene por qué aplicarse a todos los trabajos. Esta norma deja suficiente margen para las especificaciones que el cliente y el proveedor de servicios acuerden individualmente entre sí.